A través de los tiempos han habido muchos detractores de la estadística, especialmente hombres de ciencia que la han tildado de mero instrumento, utilizado para probar cualquier cosa, para hacer valedera cualquier situación, arrojando resultados a conveniencia, que se alejan de la realidad y que por el contrario la manipulan.
Como cualquier otra rama del conocimiento humano, la estadística depende de las manos en las que se encuentre. La química puede servir para desarrollar medicamentos capaces de salvar muchas vidas o drogas capaces de destruirlas, la informática puede desarrollar aplicaciones muy útiles o virus que causen estragos.
Toda esta introducción, obedece a que en este país nos encontramos en época de campaña para elecciones de autoridades, y me parecio adecuado escribir un poco acerca de la "prostitución" que sufre la estadística en manos de los partidos políticos, mostrando cada uno, resultados de encuestas elaborados por firmas "respetables", en las que casualmente sus candidatos son los que se encuentran mejor situados y en caso de no estarlo, pues la diferencia que lo separa del puntero, no es tan grande, como el otro candidato lo dice, y ya que las encuestas se realizan mensualmente, en la del próximo mes la diferencia será menor hasta alcanzarlo.
Las encuestas pueden ser útiles para ganar una elección, usadas como una técnica de investigación, ya que una campaña electoral necesita conocer lo que opinan los ciudadanos comunes acerca de los más diversos temas. La única forma de hacerlo es a través de la investigación científica, y la herramienta privilegiada de ese tipo de investigación es la encuesta. Todo ello para brindar información acertada a quienes diseñan las estrategias electorales.
Sin embargo, la mayoría cree que la utilidad de la encuesta es ser la bola de cristal que prediga quien ganará la elección, pero se olvidan que en países como el nuestro muchos votantes se mantienen indecisos hasta el final. En la mayoría de nuestros países la fidelidad a un partido es baja y el elector muy caprichoso. Nuestras sociedades son heterogéneas y hay áreas difíciles de encuestar por su peligrosidad.
Algunos políticos creen que los electores pobres y marginales son fáciles de manipular y que los indecisos se inclinarán por el ganador de las encuestas, pero los indecisos son generalmente los menos interesados en política, los que menos leen y los que no prestan mayor atención a los resultados de las encuestas, por lo tanto los que menos se verán afectados por ellas.
Por último, el que distintos políticos publiquen cada quien su encuesta, mostrando resultados diferentes que favorecen al que presenta los datos, genera confusión e incertidumbre en los electores, que no favorece a ningún político en particular, ya lo decía un experto en el tema Joseph Napolitan " la publicación de encuestas electorales no ejerce influencia sobre la intención de voto de los electores porque produce un conjunto de reacciones contradictorias que suman cero".
Así pués las encuestas electorales en la realidad, son útiles para el político, para conocer aspectos como: el terreno en que se desarrollará la campaña, sus características, la forma en que los ciudadanos perciben el país, los temas que privilegian, cómo ven al gobierno actual, cómo ven al candidato, a sus rivales políticos, sus principales problemas de imagen, el impacto de sus mensajes, los ataques que recibe, la conveniencia de devolver los ataques o no hacerlo, todo ello para crear estrategias y tácticas o modificarlas, en busca del éxito.
El tema de esta entrada pareciera alejarse del planteado en el blog, sin embargo hace referencia a una gran empresa que se llama país, a la elección de su gerente general y de su equipo que la dirigirá por cuatro años y sobre todo del rumbo que le dará a la misma.
0 comentarios :
Publicar un comentario